miércoles, 8 de abril de 2009

PESCA PARA PRINCESAS PRINCIPIANTES

Introducción

En tiempos agónicos para aquellas monarquías azules que supieron concentrar saberes, riquezas y destinos, subsisten rosadas figuras de poder que suelen acaparar alabanzas, suspiros y arritmias cardíacas. Se trata de delicadas figuras femeninas que de pronto se topan con cañas de improviso y encarnes de ocasión, a lo cual responderemos como verdaderos Príncipes pacientes, didácticos y seguros de cada paso.
Las Princesas Principiantes constituyen un eslabón de regocijo en la cursada del verdadero docente varón de Pesca Deportiva, quien goza en la instrucción de estas Venus por dos motivos: Primeramente, la transferencia de conocimientos y el feedback estudiante-profesor es de por sí placentero y por si ésto fuera poco, el tutor se ve embargado por la estética de ellas que inspiran en cada lance, en cada pregunta y en cada mirada atenta, la verdadera necesidad de saber técnicas y comprender procesos.

Pescas para Su Alteza

Hablando de PESCA propiamente dicha, pasemos a las CAÑAS. La caña es el instrumento que le permitirá a la Princesa Principiante, lanzar la línea, clavar al pez, acaparar sus torsiones y proteger al reel sin sobreexigirlo. Las hay enterizas y en varias partes. Las primeras no se desarman, teniendo ventajas y desventajas: Son excelentes para ganar distancia en cada lance y tener un buen control de la acción (forma en que se curva la caña), ya que las fuerzas se distribuyen homogéneamente. Como desventaja citamos el inconveniente traslado que tienen desde los Palacios a los Ríos Reales, habiendo pocas carrozas adaptadas para tal fin. Las que se desarman pueden ser en varios tramos (dos generalmente, pero las hay de tres también) o bien, telescópicas. Las de varios tramos se encastran teniendo en cuenta que los pasahilos queden correctamente hilerados y coincidan con el reel; en cambio las telescópicas, como lo indica su nombre, se arman siguiendo los sueños astronómicos de los viejos telescopios copernicanos. Estas suelen ser muy pequeñas desarmadas y son fáciles de esconder debajo de cualquier regazo en cualquier fiesta Real.
Una única caña jamás puede abarcar el abanico de todas las pescas posibles, dado que las distintas formas dan una especificidad y una funcionalidad. Las hay largas y de anchos pasahilos para ganar distancia, las hay robustas y cortas para pescas de altura, las hay finas y cortas para pescas livianas y sutiles, etcétera.
Saltemos con confianza a mimar a los REELES. El reel es el aparatito manual que se encargará de contener todo el hilo que vamos a intentar utilizar para lograr la distancia adecuada en donde creemos que va a estar nuestro pez. Contendrá esas decenas o cientos de metros, pero también aclaremos que lo largará en el lance y lo enrollará (devanará) en el recupero. Los hay FRONTALES y ROTATIVOS. Concentrémonos sólo en los primeros, que son los más comunes y aquellos que las Princesas Principiantes acapararán para hacer sus primeras armas en la Pesca Deportiva.
Cuando Su Alteza intente pescar, tiene que lograr que la postura de tomar la caña y el recoger de la línea fluya por sí sola, en perfecta comodidad física y con suficiente liviandad para tener la mente despejada y actuar en consecuencia, razonando movimientos, posibles piques y toma de decisiones. ¿Cómo lograr ésto? A mi me resulta sencillo ubicar mis dedos “medio” y “anular” en el contorno de la patita del reel y cerrando así la mano, acaparar la caña con firmeza y balance. Cada una deberá encontrar la posición más cómoda.
Es hora de tocar a la puerta del NAILON, TANZA, MONOFILAMENTO o HILO DE PESCA. Se trata del hilo que permitirá alejar la línea tanto como queramos. Los hay de distintos grosores y colores. Los primeros demarcan distintos pesos que pueden sostener (a mayor grosor, mayor peso aguantan, pero más resistencia al aire y al agua, lo que se traduce en menor recorrido y mayor tendencia a ser arrastrado por la corriente del lugar) y los segundos están muy relacionados con la facilidad del Pescador para observarlos, siendo los flúo aquellos que permiten seguir con la mirada el recorrido de decenas y cientos de metros de nailon.
Pasemos al LANZAMIENTO. Si ya nuestra figura Real adoptó mi método no patentado de agarre de caña, debe extender su índice, abrir el pick up del reel (la pieza que regula la salida de nailon) y sujetar una porcioncita con la puntita de la yema de ese dedo. Sólo resta sujetar con la mano que aún no sabía dónde ponerla (la menos hábil) el extremo de la caña. Es conveniente las primeras veces, imprimir un leve balanceo hacia delante y atrás a la plomada que oficiará de peso y luego, soltar el nailon contenido en la yema. El plomo viajará hacia delante arrastrando consigo la carga de tanza que dispongamos en ese momento.
Es a recalcar que no importan marcas ni dinero; en pesca no todo lo caro es bueno, sino que el CRITERIO es fundamental a la hora de elegir el equipo que más se acercará a satisfacer el objetivo de la Princesa Principiante. Lo importante es siempre manejarse con equipos balanceados, es decir, que haya una química especial entre la caña y el reel, que el andar de ambos se desate en un solo conjunto armónico.

Criterios de una verdadera Princesa

Resulta imprescindible convencernos que los éxitos personales de la pesca, constituyen vidas ajenas. Como Pescadores Deportivos (no importa si consagrados, con altibajos, de tiempo completo, esbozos de los mismos, cualesquiera) debemos ser concientes que actuamos en consonancia con el respetar a la naturaleza y con el provocar el menor daño posible. Es así que todo aquel pez que no ha de terminar en una orgía gastronómica es obligación moral devolverlo con rapidez e idoneidad a su medio ambiente; nunca tomarlo de las agallas (dañamos su aparato respiratorio) ni tampoco disponerlo boca abajo (provocamos un desplazamiento peligroso en su sistema de órganos, por obra y gracia de Sir Isaac Newton).
Sería deseable esperar de estas damiselas de la pesca que la solidaridad, la camaradería y el buen humor sean los factores comunes del desglose de su desenvolvimiento por las riberas del Reino.

Conclusión

Se espera que este brevísimo texto sea de ayuda para que aquellas Princesas Principiantes levemente interesadas en la actividad continúen con su aprendizaje, o bien, intimen a sus Príncipes Pescadores cortejantes para que éstos diseñen líneas con mostacillas de la gama del violeta, rosado y magenta y las incluyan en sus próximas salidas de pesca.

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